El color verde está presente en tres colecciones, cada una de las cuales tiene características diferentes, aunque todas son adecuadas para cualquier tipo de espacio —salones, cocinas, interiores, exteriores, públicos o privados— y de uso. Son perfectas para diseñar placas cerámicas, suelos y revestimientos. Tradicionalmente, el verde es el color de la esperanza, incluso en el interiorismo: se emplea para transmitir calma y serenidad, por lo que está muy en boga no solo en el hogar sino también para dar color a oficinas y otros espacios públicos. Además, el verde es muy fácil de combinar, ya que queda bien con colores como el blanco, el amarillo, el morado, el gris, el marfil, el ocre y la tierra tostada. En la cromoterapia, este color es símbolo de armonía, en línea con las tonalidades de la naturaleza y el bienestar, de la calma y la relajación; por eso es idóneo para espacios tales como el dormitorio o la cocina.